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El estrés, ¿Es bueno o malo?, técnicas saludables para su manejo.




El estrés, ¿Es bueno o malo?


El estrés constituye una de las experiencias vitales m{as comunes y conocidas, sin embargo, es un termino difícil de definir. Es un concepto complejo, extremadamente vigente e interesante, del cual no existe consenso en su definición. La palabra estrés, significa cosas distintas para diferentes personas. Son muchas las menciones que hoy en día se hacen a este término y a sus consecuencias sobre la conducta del individuo, e igualmente son muchos los autores que lo definen y lo intentan cuantificar.


El termino estrés a sido muy utilizado tanto por los profesionales del a salud como de otros ámbitos, así como también el lenguaje coloquial. La palabra estrés tensión nerviosa proviene del idioma inglés stress (presión) y ha sido incorporado rápidamente a todos los idiomas, la idea, nombre y concepto se han alojado fácilmente en la conciencia popular. Sin embargo, aún existe una gran controversia sobre su definición.


La mayoría de las personas asocian el estrés con experiencias desagradables e incómodas, si embargo, el estrés, en si mismo, no es destructivo. El estrés se genera cuando respondemos a u nivel inapropiado de presión. Una presión excesiva puede causar tanto estrés como una presión demasiado baja, por lo que cierto grado de presión es realmente bueno para los individuos. La situación ideal se produce cuando podemos responder de manera apropiada a la presión y sus exigencias. Cuando la exigencia se mueve por encima o por debajo del nivel de presión adecuado para cada persona, el equilibrio comienza a alterarse, y es entonces cuando experimentamos lo que llamamos estrés: la tensión entre la presión que percibimos y nuestra capacidad para hacerle frente. El estrés surge ante una situación en la que hay un desequilibrio o una discrepancia significativa entre las demandas externas o internas sobre una persona y los recursos adaptativos de la misma.


Por lo que algunos han entendido el estrés como una respuesta del cuerpo a condiciones externas que perturban el equilibrio emocional de la persona. El resultado fisiológico de este proceso es un deseo de huir de la situación que lo provoca o confrontarla violentamente. En esta reacción participan casi todos los órganos y funciones del cuerpo, incluidos cerebro, los nervios, el corazón, el flujo de sangre, el nivel hormonal, la digestión y la función muscular. Lo que hace reconocer al estrés como la respuesta fisiológica, psicológica y de comportamiento de un sujeto que busca adaptarse y reajustarse a presiones tanto internas como externas.


El estrés no es ni bueno ni malo, porque esa respuesta que da la persona es necesaria para mantenerse en alerta, necesaria para muchos individuos en su vida; solo cuando se dan las condiciones de no poder responder a las exigencias físicas y psicológicas, y se producen alteraciones no deseadas en la persona se habla de estrés en sentido de malestar, lo cual es común en nuestros tiempos, por ello ahora que ya conoces el significado de la palabra estrés, te comparto algunos consejos que te ayudaran a reducirlo cuando te veas superado por el mismo.


Técnicas saludables para manejar el estrés:


  • Reconoce las cosas que no puedes cambiar. Aceptar que no puedes cambiar ciertas cosas te permite dejarlas ir y no alterarse. Por ejemplo, no puedes cambiar el hecho de que debes conducir durante la hora pico. Pero puedes buscar maneras de relajarte en el trayecto, como escuchar un podcast o un audiolibro.

  • Evita las situaciones estresantes. Siempre que te sea posible, aléjate de la fuente del estrés. Por ejemplo, si tu familia discute en los días festivos, date un descanso y sal a caminar o a dar una vuelta en el auto.

  • Haz ejercicio. Realizar actividades físicas todos los días es la mejor y más fácil manera de lidiar con el estrés. Al hacer ejercicio, tu cerebro libera químicos que te hacen sentir bien. También puede ayudarte con tu energía reprimida o tu frustración. Busca algo que disfrutes, ya sea caminar, montar en bicicleta, jugar futbol, nadar o bailar, y hazlo por al menos 30 minutos la mayoría de los días.

  • Cambia tu perspectiva. Intenta desarrollar una actitud más positiva ante los desafíos. Puedes hacerlo reemplazando los pensamientos negativos con pensamientos más positivos. Por ejemplo, en lugar de pensar, "¿por qué siempre todo sale mal?", cambia esa idea por, "puedo encontrar una manera de superar esto". Puede parecer difícil o tonto en un principio, pero podría descubrir que esto te ayuda a dar un giro a su perspectiva.

  • Haz algo que disfrutes. Cuando el estrés te tenga decaído, haz algo que disfrutes para ayudar a ponerte de pie de nuevo. Puede ser algo tan simple como leer un buen libro, escuchar música, ver tu película favorita o salir a cenar con un amigo. O comienza un nuevo pasatiempo o clase. Sin importar lo que elijas, intenta hacer al menos una cosa al día que sea solo para tí.

  • Aprende nuevas maneras para relajarte. La práctica de técnicas de relajación es una gran manera de lidiar con el estrés del día a día. Las técnicas de relajación te ayudan a disminuir el ritmo cardíaco y reducir la presión sanguínea. Existen muchos tipos, desde respiraciones profundas y meditación hasta yoga y taichí. Toma una clase o intenta aprender de libros, videos o recursos en línea.

  • Conéctate con tus seres queridos. No dejes que el estrés se interponga entre tú y tu vida social. Pasar tiempo con familiares y amigos puede ayudarte a sentirte mejor y olvidarte del estrés. Confiar tus problemas a un amigo también puede ayudarte a resolverlos.

  • Duerme lo suficiente. Descansar suficientemente durante la noche puede ayudarte a pensar con más claridad y a tener más energía. Esto hará que sea más fácil manejar cualquier problema que pueda surgir. Intenta dormir entre 7 y 9 horas todas las noches.

  • Mantén una dieta saludable. Comer alimentos saludables ayuda a darte energía a tu cuerpo y tu mente. Evita los refrigerios con altos contenidos de azúcar y consume muchas verduras, frutas, granos integrales, lácteos reducidos o libres de grasas y proteínas magras.

  • Aprende a decir que no. Si tu estrés viene de realizar demasiadas tareas en casa o en el trabajo, aprende a establecer límites. Pide ayuda a los demás cuando la necesites.

Referencias

Alarcón, M. E. (2018). Estrés y bornout enfermedades en la vida actual. Palibrio.

MedlinePlus. (2021). Obtenido de Manejo del estrés: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001942.htm


 
 
 

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©2022 por Juan José Rodríguez estilo de vida.

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